Saber pedir ayuda, ¿por qué es importante?

abril 10, 2023

Imaginemos la siguiente situación:

Un hombre llega a su casa, después del trabajo. Se sienta junto a su hijo, quien en ese momento está haciendo sus tareas. De pronto, su hijo le pide ayuda. Necesita saber cuáles son los países que limitan con Chile. – ¡Eso es muy fácil! -le dice el padre-. Los países que limitan con Chile son Argentina, Bolivia y Perú. Su hijo le agradece y vuelve a sus tareas. Unos minutos más tarde, le hace una segunda pregunta. Esta vez necesita saber el nombre de los países que limitan con Egipto. – ¿¡Egipto!? -piensa-. Creo que está cerca de Israel… ¿Qué otros países están cerca? Espera… ¿Egipto está en Asia o África? Tras unos momentos de silencio, le dice a su hijo – ¿Sabes? Mejor pidámosle ayuda a tu mamá.

Esta situación nos deja varias preguntas. ¿Qué llevó al padre a responder la primera pregunta, pero no la segunda? ¿Cómo pudo identificar que la primera pregunta era fácil? ¿Por qué decidió buscar ayuda para responder la segunda pregunta? La respuesta a estas preguntas radica en un solo proceso mental llamado metacognición.

Los psicólogos llaman metacognición al proceso que nos lleva a pensar sobre nuestro propio pensar. En la década de 1970, John Flavell popularizó el término e identificó sus dos funciones principales: el monitoreo y la regulación de la cognición. Por monitoreo, entendemos el acto de “observar” o reflexionar sobre nuestros propios contenidos y procesos mentales. En el ejemplo, es el monitoreo de su propia cognición el que lleva al padre a identificar que la primera pregunta era fácil y, también, a dudar de su capacidad para responder correctamente la segunda pregunta. Por otra parte, la regulación de la cognición utiliza el conocimiento obtenido mediante el monitoreo para controlar los contenidos y procesos mentales propios, con el fin de maximizar nuestro aprendizaje o desempeño. En el ejemplo, el padre es capaz de saber que no sabe algo y, a partir de ese conocimiento, decide buscar ayuda para poder responder la pregunta de su hijo.

La metacognición juega un papel relevante en nuestra vida diaria desde nuestra infancia temprana. Investigaciones de los últimos años sugieren que la habilidad para monitorear nuestro propio conocimiento ya existe en infantes de dos años, se desarrolla durante la niñez y la adolescencia, y alcanza su mejor momento en la adultez. Claro está, producto de las limitaciones del lenguaje infantil, la metacognición en niños pequeños no se presenta como en el ejemplo, es decir, como una reflexión consciente acerca de sus propios pensamientos, sino más bien se presenta de manera implícita en ciertas acciones y conductas.

Por ejemplo, estudios recientes sugieren que un infante pida ayuda cuando no sabe algo. Esto da cuenta de la existencia de habilidades metacognitivas en ellos. Un estudio del 2016 mostró que infantes de 18 meses de edad eran capaces de pedir ayuda a sus cuidadores de manera estratégica para reducir el número de errores que cometían en una tarea sencilla. Esto da cuenta de un proceso mental mucho más complejo que lo que uno esperaría de un niño que recién comienza a hablar. Al verse enfrentados a un problema imposible, los infantes evalúan su propia capacidad para resolverlo, reconocen su incapacidad y finalmente, deciden pedir ayuda a alguien de confianza.

Lamentablemente, esta conducta posee un “costo social” no menor. Es difícil admitir que no se sabe o no se puede hacer algo. Si bien los infantes del estudio comentado pueden no darse cuenta de esto, investigaciones muestran que desde al menos, los cinco años de edad los niños se preocupan por lo que otros piensan de ellos y que desde los siete son capaces de asociar el pedir ayuda con ser incompetentes en una materia. Esto coincide con el ingreso de los niños a la educación formal y tiene un impacto en los primeros años de escolaridad: si un niño teme pedir ayuda a otros en la escuela, su aprendizaje claramente se verá afectado.

Un primer paso para prevenir esta situación es reconocer que pedir ayuda es perfectamente natural y favorecerla ayuda no sólo a que los niños adquieran herramientas para resolver otros problemas similares, sino que también a que los niños sean más competentes al leer sus propios procesos mentales. Una forma para desarrollar esta habilidad es generando espacios seguros en que los niños puedan pedir ayuda, a un compañero, a un profesor o a sus padres. Como se mencionó, el costo social es uno de los principales motivos por los cuales un niño no solicita ayuda. Si reducimos este costo, normalizando la conducta de pedir ayuda, al hacerlo uno mismo, en tanto adulto, haremos que el niño se sienta más seguro y menos avergonzado de pedir ayuda. De igual manera, propiciar el trabajo colaborativo con sus pares es una buena manera de reducir este costo. Después de todo cuando alguien pide ayuda, a menudo no sólo él se ve beneficiado por ella, sino que también otras personas cercanas con problemas similares.

Para finalizar, es importante que no sólo los profesores, sino también los padres y cuidadores de niños pequeños sean conscientes de la importancia que tiene para ellos el desarrollar esta habilidad. Investigaciones muestran que el correcto y oportuno desarrollo de habilidades metacognitivas en los niños impacta directamente en la calidad de su aprendizaje, en su habilidad para resolver problemas y trabajar colaborativamente, e incluso en su desempeño académico futuro. Como el padre en el ejemplo del inicio de esta nota, enseñar a pedir ayuda y propiciar ambientes seguros para aquello, debiese ser una ser tarea de todos nosotros.

Bibliografía recomendada.

Good, K., & Shaw, A. (2022). Being versus appearing smart: Children’s developing intuitions about how reputational motives guide behavior. Child Development, 93(2), 418-436. https://doi.org/10.1111/cdev.13711

Goupil, L., Romand-Monnier, M., & Kouider, S. (2016). Infants ask for help when they know they don’t know. Proceedings of the National Academy of Sciences, 113(13), 3492-3496. https://doi.org/10.1073/pnas.1515129113

Mauricio Barrientos Á., Ph.D (c).
Director Meta-Educa